Retinopatía Diabética
¿Qué es la retinopatía diabética?
La retinopatía diabética es una complicación vascular muy específica de la diabetes mellitus crónica, ya sea tipo 1 ó tipo 2 y una de las principales causas de ceguera a nivel mundial. Consiste en la aparición de múltiples manifestaciones clínicas en la retina debido a vasos sanguíneos anormales como consecuencia de la diabetes. La retina es un tejido especializado ubicado en la parte posterior del ojo cuya función es recibir los estímulos luminosos y transmitir las imágenes al cerebro para poder ver. Para tener buena visión, es necesario tener una retina saludable.
La prevalencia de la retinopatía está fuertemente relacionada con la duración de la diabetes. Con el paso de los años casi todos los pacientes con diabetes desarrollan algún grado de retinopatía.
¿Por qué se produce la retinopatía diabética?
Al tener niveles altos de azúcar (glucosa) en la sangre, como los generados por la diabetes, se produce un daño del endotelio (parte importante de la pared de los vasos sanguíneos) que afecta la totalidad del sistema circulatorio del cuerpo, incluyendo los vasos sanguíneos de la retina.
¿Por qué se produce la ceguera con la retinopatía diabética?
En etapas avanzadas de la retinopatía diabética cuando no hay un control metabólico adecuado de la diabetes se puede llegar a la ceguera y esto se produce por la presencia de:
Edema macular severo: acumulación anormal de líquido en las finas capas de la retina (en la mácula, el sitio de mayor sensibilidad de la retina). El engrosamiento de la mácula impide su función adecuada. El líquido proviene de los vasos sanguíneos cuyas paredes tienen una función inadecuada debido a la diabetes.
Hemorragia vítrea: en fases más avanzadas de la retinopatía se forman dentro del ojo nuevos vasos sanguíneos (neovasos) que se rompen con gran facilidad. Al romperse liberan sangre dentro del ojo, lo que impide el paso de la luz hacia la retina.
Desprendimiento de retina: cuando existe retinopatía diabética proliferativa, el tejido fibroso asociado a los neovasos puede encogerse, ocasionando tracción sobre la retina y causando su desprendimiento.
Glaucoma neovascular: es el aumento de la presión intraocular debido al crecimiento de neovasos hacia el segmento anterior del ojo.
¿Cuáles son los grados de retinopatía diabética?
Hay un sistema de clasificación simplificado de estadios de la retinopatía diabética y edema macular que se presentó en la Academia Americana de Oftalmología en el año 2001 y es el siguiente:
No retinopatía diabética: No hay anomalías
- Retinopatía diabética no proliferativa (RDNP) leve: Sólo microaneurismas que son pequeñas áreas de inflamación, que parecen ampollas, en los pequeños vasos sanguíneos de la retina.
- RDNP moderada: Más que sólo microaneurismas pero menos que RDNP severa
- RDNP severa: Alguno de los siguientes
- Más de 20 hemorragias preretinianas en uno de los cuatro cuadrantes
- Arrosariamiento venoso en dos o más cuadrantes
- Alteraciones microvasculares intraretinianas prominentes en un cuadrante o más y no hay signos de retinopatía proliferativa
- Retinopatía diabética proliferativa (RDP): Es cuando hay la formación de neovasos producto de la isquemia retiniana. Estos neovasos son frágiles y pueden romperse produciendo hemorragia vítrea o preretiniana. Si llegan a la parte anterior del ojo se produce el glaucoma neovascular.
Si el edema macular está presente puede ser categorizado como sigue:
- Leve: Algo de engrosamiento retinal o exudados duros en polo posterior pero distante del centro de la mácula
- Moderado: Engrosamiento retinal o exudados duros cerca del centro de la mácula pero no en el centro
- Severo: Engrosamiento retinal o exudados duros en el centro de la mácula.
¿Cuáles son los factores que aumentan el riesgo de presentar retinopatía diabética?
Existen algunos factores que aumentan el riesgo de presentar retinopatía diabética:
Niveles de Glicemia: Niveles altos de glucosa aumentan de gran manera el riesgo de que se inicie o avance la retinopatía diabética.
Tiempo de Evolución de la Diabetes: Para los diabéticos tipo I (Diabetes Mellitus insulino dependiente o Juvenil) la retinopatía diabética suele presentarse 5 años después de hacerse el diagnóstico de diabetes. Para diabéticos tipo II (Diabetes Mellitus no Insulino dependiente, la forma más común de diabetes) la retinopatía se presenta aproximadamente 10 años después del diagnóstico de diabetes.
Cifras elevadas de hemoglobina glicosilada
Hipertension arterial
Microalbuminuria: que son proteínas (albúmina) en la orina y que nos podrían indicar una enfermedad renal incipiente.
Dislipidemia: Niveles altos de colesterol y triglicéridos (LDL) aumentan el riesgo.
Embarazo: Aumenta el riesgo de presentar retinopatía diabética no proliferativa y produce progresión acelerada de la misma si ya la tenía.
¿Cuáles son los síntomas de este padecimiento?
La retinopatía diabética en etapas tempranas puede no presentar síntomas por esto es importante no esperar tener los síntomas para buscar ayuda oftalmológica especializada. Entre los síntomas de la retinopatía diabética están:
- Disminución o fluctuaciones en la agudeza visual (Visión borrosa)
- Anomalías en la visión de colores
- Alteración en la sensibilidad al contraste
- Disminución de la visión nocturna
- Visión de puntos negros o partículas flotantes
- Percepción distorsionada de las imágenes tanto en forma como en tamaño
- Deslumbramiento
¿Cuáles son las precauciones que debemos tener con esta enfermedad?
Lo ideal es la prevención, así es que todo paciente diabético debe ser evaluado por un Especialista en Retina, quien le indicará en qué estado se encuentra la enfermedad, qué exámenes especiales necesita y cuál es el seguimiento y tratamiento a seguir para no llegar a estados avanzados de la enfermedad donde el tratamiento es menos eficaz.
¿Cuál es el tratamiento indicado para esta enfermedad?
El mejor tratamiento es hacer lo posible por detener el desarrollo de la retinopatía. Un estricto control del azúcar y grasas en la sangre reducirá de forma significativa el riesgo a largo plazo de perder la visión. Si existen problemas de hipertensión arterial y/o de riñón, estos deberán ser tratados al mismo tiempo conjuntamente con médicos especialistas.
El tratamiento de la retinopatía diabética depende del estado de la enfermedad. En estados iniciales puede utilizarse la fotocoagulación con láser. Este tratamiento ayuda a reducir los vasos sanguíneos anormales. Debido a que es necesario realizar muchas quemaduras con láser, usualmente se necesitan varias sesiones para completar el tratamiento.
Cuando hay edema macular, el tratamiento con antiangiogénicos y/o láser pueden estar indicados. Los antiangiogénicos consisten en unas sustancias que se inyectan dentro del ojo (intravítreo) cuyo efecto es evitar la estimulación de factores que promuevan la formación de neovasos. Su efecto es transitorio por lo que generalmente se requieren retratamientos.
En estados más avanzados se requiere cirugía como la vitrectomía que es una microcirugía de la parte posterior del ojo, destinada a remover hemorragias, reaplicar la retina en caso de que ésta esté desprendida y al mismo tiempo usar el láser para intentar detener la retinopatía diabética.
En la mayoría de los casos el tratamiento está encaminado a detener el progreso de la enfermedad.
Recomendaciones generales:
Es muy importante, junto con el estricto control de la glicemia, evitar otros posibles factores que facilitan o agravan las lesiones vasculares de la retinopatía. Por ello el paciente diabético debe de evitar rigurosamente el consumo de tabaco y de alcohol, controlar la hipertensión arterial y los niveles de colesterol. Así mismo la dieta y la realización de ejercicio físico son medidas de tratamiento fundamentales para mantener el estado físico y funcional del organismo en el paciente diabético.
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Cirugía de Vitrectomía para la Retinopatía Diabética
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Video: EyeSmart-Academia Americana de Oftalmología